A medida que he venido leyendo la Biblia, me he quedado muy sorprendido de ver la manera en que Dios resalta la unidad entre hermanos, en el antiguo testamento vemos por ejemplo la cita de Eclesiastés 4:9-12 en la que nos habla como son mejores dos que uno en diferentes situaciones y en el nuevo testamento hallamos citas como la de Gálatas 6:2-4 y es aquí donde hoy quiero basar mi enseñanza, leamos:
“Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante. Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie.” Gálatas 6:2-4 NTV
Cuando empezamos en la vida cristiana, muchos quedamos sorprendidos de ver la familiaridad de la iglesia como comunidad, y es muy acostumbrado saludar a los hermanos con una sonrisa de oreja a oreja siendo muy carismáticos, virtud que definitivamente hay que resaltar, y también es muy común preguntarnos entre nosotros ¿cómo estás? Y sinceramente no recuerdo haber escuchado a un hermano de la iglesia responder algo diferente a bien. Pues bien, responder bien no está mal, pero ¿Será que todo el tiempo estamos bien? Yo no lo creo, pues todos tenemos diferentes situaciones que nos pueden afligir como el pecado, un problema o una circunstancia difícil por la que estemos pasando.
La Palabra de Dios es tan viva y eficaz que tiene un mensaje para nosotros con respecto a todas las áreas y situaciones de nuestras vidas, y vemos que en Gálatas 6 nos habla de la ayuda entre hermanos que están en ese mismo proceso y esfuerzo de caminar como Dios quiere que lo hagamos. Dios sabe que no podemos solos y que la ayuda que necesitamos principalmente proviene de Él, y también nos ha provisto de una comunidad cristiana llamada la Iglesia para que encontremos apoyo, nos fortalezcamos y crezcamos juntos. El llamado que Dios nos hace en Gálatas 6 es para todos, no excluye a ninguno y nos exhorta a no creernos tan importantes como para no ayudar a nuestros hermanos.
¿Qué es lo que debemos hacer según este pasaje? Es sencillo, es amar a nuestro prójimo, que prácticamente es cumplir la Palabra de Dios. Me encanta cuando Jesús resume la ley en amar a Dios y en amar a nuestro prójimo (Mateo 12:34-40) y no es una tarea fácil, pero es una tarea de la que debemos encargarnos. Así que te invito a sentirte más preocupado por tus hermanos en la fe, a estrechar esos lazos de amistad que los llevarán a tener una mayor unidad en Cristo para que fortaleciéndose en diferentes circunstancias puedan ver el amor de Cristo reflejado en el otro y en ustedes mismos.
“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” Romanos 14:19
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